La Judería
La ciudad de Córdoba conserva un barrio judío, emplazado en el casco histórico, que forma parte de la zona designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el año 1994. El barrio de La Judería presenta desde el punto de vista urbanístico el típico trazado islámico con dos calles transversales centrales y un laberinto de pequeñas calzadas que acaban, a veces, en típicos callejones sin salida o adarves. Los límites de la judería actual van desde la Puerta de Almodóvar hasta la Mezquita-Catedral y la actual sede episcopal (antiguo alcázar andalusí), al sur. La calle Rey Heredia marcaba la frontera del barrio por el este, lindando con la muralla por el oeste. Coinciden estos límites, por tanto, a grandes trazos con las calles Judíos, Albucasis, Manríquez, Averroes, Judería, Almanzor, Tomás Conde, Deanes, Romero y las plazas del Cardenal Salazar, Judá Leví y Maimónides.
El barrio de la Judería se separó del resto de la ciudad por un recinto amurallado que aislaba a sus habitantes, al tiempo que los protegía de las iras de los cristianos. Sabemos que una de las puertas de este recinto era la del Malburguete, ubicada frente a la Mezquita- Catedral, al inicio de la actual calle Judería. Pero no todos los judíos habitaban en este barrio. Reducidos al principio a éste, muy pronto, a partir de 1260, algunos de ellos se instalan en zonas próximas y, posteriormente, en lugares comerciales dentro del barrio de San Salvador –donde se asienta hoy el Ayuntamiento-, y de San Andrés, junto a la parroquia de San Nicolás de la Axerquía -en la Ribera- e incluso al norte de la ciudad en los alrededores de la Puerta Osario, el campo de la Merced y el barrio de Santa Marina, lo que muestra que se podían mover con facilidad por la ciudad. A lo largo de los siglos, los sefarditas también vivieron en otras zonas de la ciudad.
Alfonso X el Sabio autorizó en 1272 la ocupación de otros barrios de la ciudad por judíos, creándose la Judería entorno a la Mezquita que hoy conocemos. El corregidor Francisco Valdés trasladó en 1478 a los judíos hasta el barrio del Alcázar Viejo. Sin embargo, la comunidad judía reclamó ante el Rey y logró volver a su antiguo recinto un año más tarde. Junto a la puerta de Osario, llamada Bab al-Yahud (Puerta de los Judíos) antes de la conquista cristiana, se encuentra la iglesia de San Miguel, en cuyo interior se ha localizado una inscripción hebrea. La inscripción es un cipo funerario procedente de un cementerio judío, reutilizado en la construcción del templo, situado en el ábside central, el del presbiterio, en el lado del Evangelio. Pese a la dificultad de lectura por el deterioro de la pieza, según el experto Jordi Casanovas, la inscripción, de sólo tres líneas, viene a decir: “Meir hijo de rabí G..... Descanse su alma en la vida eterna”.
En el año 2008 la Red de Juderías de España creó un elemento de señalización peatonal, común para todas las ciudades miembro de la Red, con el objetivo de que el viajero pueda reconocerlo en sus visitas y pueda identificar nuestras ciudades como miembros de un mismo grupo, de un mismo itinerario: los Caminos Sefarad.
Se trata de una placa de bronce de 13 x 13 cm. El diseño (logo de la Red) representa el perfil de la Península Ibérica formado por las cuatro letras del alfabeto hebreo que componen el vocablo "Sefarad" (sámej, pe, resh y dalet). Siguiendo estas huellas, el visitante podrá recorrer el circuito recomendado para descubrir la Judería de cada ciudad.
Además de esta señalización peatonal, las ciudades de la Red disponen de señalización direccional, que incluye el logo de la Red junto a la señalización propia del municipio.