Patio de los Naranjos
Su aspecto ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de la Historia. Uno de los cambios más importantes fue su desarrollo hacia el norte, en época de Abd al-Rahman III, derribándose el antiguo alminar de Hixem I y la ampliación lateral hacia el este por Almanzor. En época islámica funcionaba como lugar de realización de actividades públicas (administración de justicia, enseñanza). Los arcos del oratorio al patio estaban abiertos. Desde un primer momento se diseñó un patio porticado (las galerías empezaron a construirse con Abderramán I y se concluyen con Hixem I, quien construye el alminar y la sala de abluciones). Los claustros actuales son producto de una remodelación total llevada a cabo en las primeras décadas del siglo XVI por el obispo Martín Fernández de Angulo, bajo la dirección del arquitecto Hernán Ruiz I. Bajo los naranjos existe un amplio aljibe que aseguraba el agua necesaria para las purificaciones de los musulmanes. Ya en el siglo XIII se hallaba plantado con palmeras, y desde el siglo XV sabemos de la existencia de naranjos en él. En el siglo XVIII se añadieron olivos y cipreses.