Cementerio de Nuestra Señora de la Salud
El cementerio de Nuestra Señora de la Salud se planteó por primera vez en 1804, con motivo de una epidemia de fiebre amarilla; Sin embargo, la carencia de medios económicos y la regresión de la epidemia hicieron desistir a las autoridades. La construcción del cementerio fue en cumplimento del Decreto dictado en Madrid por José I Bonaparte de fecha 4 de Marzo de 1809. Dichas obras comenzaron el 29 de Octubre de 1810 y finalizaron el 8 de Junio de 1811, importando los gastos 51.233 reales con 27 maravedíes.
Tras pasar por diversas vicisitudes, provocadas por los vaivenes políticos acaecidos durante el reinado de Fernando VII, se consolidará como uno de los cementerios estables y permanentes de la ciudad a partir de 1833. A partir de este año es cuando se iniciaron los entierros en el camposanto.
En el interior del cementerio se conservan algunos panteones de estética ecléctica, construidos en el último tercio de la centuria decimonónica. En todos se conjugan, junto a la arquitectura, el relieve y la escultura de bulto que forman un conjunto plástico donde se evidencia la estética funeraria de finales de mil ochocientos.
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